Los parabenos se producen naturalmente en muchos alimentos naturales, como las frutas y verduras, desde el pepino hasta los arándanos. Incluso se producen de manera natural en el organismo con la tarea de descomponer algunos aminoácidos.
Sin embargo, a pesar de que los parabenos pueden extender la vida útil de los productos e, incluso, utilizarse en cosmética como protección contra la proliferación microbiana, no necesariamente significa que son más saludables para ti.
La causa principal de que los Parabenos estén desapareciendo de la cosmética y productos de belleza son los recientes estudios que muestran que pueden producir enfermedades como la dermatitis de contacto alérgica y de hipersensibilidad de tipo IV.
Incluso, enfermedades graves como el cáncer y la esterilidad masculina, debido a que no se han hallado pruebas de que nuestro organismo pueda expulsar parabenos aplicados en la piel.
El cáncer de mama es otro problema grave que fue estudiado a partir de casos donde se hallaron tumores derivados de conservadores presentes en
desodorantes y su similitud con los parabenos. Y aunque estos casos siguen siendo investigados, no podemos dejar a la suerte nuestra salud y la de nuestros seres queridos.